miércoles, 5 de diciembre de 2012

Hotel NH Algeciras Suites



Cuando junto a "Hotel" leo "suites", inevitablemente la cabeza se me va al terreno del lujo y con sinceridad, el NH Algeciras Suites es un hotel muy cuidado, pero no más lujoso que otros de su categoría.

Es cierto que las habitaciones son más amplias que las habituales, que las camas son grandes y cómodas, que el diseño no falta (incluso algún detalle curioso, como el sistema que permite girar 180º la televisión para que pueda ser vista desde el sillón y desde la cama), pero leo "suites" y espero algo más.

Por ejemplo, espero que el acceso al hotel sea claro y esté bien señalizado, y en este caso, esto no sucede así, entre otros motivos, porque el NH Algeciras Suites comparte edificio con otro hotel (hecho muy llamativo y que produce confusión), con un gimnasio (que da servicio al hotel) y con una cafetería-minicasino...

Por ejemplo, espera unas habitaciones donde los detalles estén muy cuidados, y en este caso, llaman la atención por su excesivo minimalismo: tan siquiera una fotografía o un cuadro viste las paredes, un bolígrafo y un bloc de notas junto al teléfono...

Por ejemplo, espera un desayuno diferencial, con productos no habituales, con una gama de posibilidades por encima de la media, que desgraciadamente, tampoco se ofrece.

Y también espera tranquilidad y silencio, pero el NH Algeciras Suites cuenta con un impresionante gimnasio (el más amplio y equipado que he visto nunca, todo hay que decirlo. Sencillamente espectacular) que convierte el hall en un continuo ir y venir de usuarios del mismo y en un lugar ruidoso debido a los ánimos de los monitores de las clases de spinning y demás.

Aún así, si tienes la suerte de que la habitación de a la bahía, disfrutarás de unas bellísimas vistas (sobre todo por la noche) del Peñón de Gibraltar y del puerto.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Hotel Tryp Condal Mar


Un nuevo descubrimiento. Yo no soy muy de Tryp. Los hoteles de la cadena en que he estado no me han dejado un buen sabor de boca. Pero ya tenemos una excepción: el Condal Mar.

El hotel quizá está demasiado entregado al diseño (una planta muy singular -oval, decoración muy sofisticada que en ocasiones, cae en el exceso…) y sobre todo, se encuentra ubicado en un entorno urbano, por decirlo con elegancia, deprimido que invita a quedarse encerrado en el hotel o en la habitación observando desde sus ventanas el paisaje y el paisanaje característico de un espacio urbano por recuperar y poner al día.

Y es cierto que el visitante encuentra motivos más que de sobra para no abandonar el hotel.

Sin duda, uno de ellos son las habitaciones amplias y bien equipadas. En particular, sorprende el albornoz, la tetera y sobre todo, ¡la plancha y la tabla de planchar! guardadas en el armario de la habitación. También la bicicleta estática en las habitaciones fitness.

No le está a la zaga una interesante terraza con piscina en la azotea (que seguramente ofrece un agradable lugar para disfrutar de una copa en primavera y verano). Y en menor medida, un hall con diferentes ambientes, un gimnasio bien equipado y amplio, un restaurante cuidado y con precios razonables, aunque quizá las cantidades podrían ser algo menos escuetas)…


En definitiva, un hotel sorprendente que se convierte en una opción interesante para aquellos que no busquen estar en el corazón de la ciudad.


lunes, 5 de noviembre de 2012

Hotel Bahía Santander

Un hotel de lo que yo suelo llamar "clásico" debe cumplir con una serie de requisitos ineludibles: muebles con un cierto poso de anticuario, productos que hacen pensa en lujo (mármoles, mármoles...), grandes lámparas colgadas de elevados techos e incluso, una cafetería en la que se de cita parte de la media-alta sociedad del lugar.

Con el Bahía Santander tenía una deuda pendiente, pues había estado en muchas ocasiones en la ciudad y nunca me había alojado en él pese a que es uno de los hoteles de referencia; quizá por su extraordinaria ubicación entre el mar y la catedral.

La deuda ya está saldada y con sinceridad, no creo que sea uno de esos hoteles a los que vuelva, fundamentalmente, porque nada tiene que ver con mis preferencias o con lo que puedo llamar "mi estilo personal".


Si necesitas salas para convenciones o conferencias, si buscas estar cerca del centro, si te va el rollo "clasicote", si no buscas algo especialmente funcional, ni diseño, ni modernidad, desde luego, el Bahía Santander puede ser tu hotel.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Hotel Vapor Gran

Te dicen Terrassa, y la verdad, no piensas que sea un destino apasionante. Y no lo es, pero tiene algunas cosas que merece la pena ver: una curiosa catedral, un casco antiguo peatonal que desborda actividad comercial, un mercado muy interesante, y también en Hotel Vapor Gran; un nombre tan llamativo como el diseño del edificio: ciertamente original.

El Hotel está ubicado junto al corazón de la ciudad originaria en una zona que parece haber sufrido (en este caso para bien) una de las habituales intervenciones urbanas encaminadas a transformar un espacio viejo y deprimido en una zona nueva, moderna y singular en la que se dan la mano usos diversos: comerciales, hosteleros, educativos, viviendas…

El Vapor Gran es un hotel funcional, pero con un diseño muy cuidado y con guiños de calidad que no pasan desapercibidos: habitaciones bien equipadas (en particular, los baños), una zona de descanso o encuentro en el hall, una cafetería con amplias cristaleras o una jacuzzi situado en la última planta del edificio que permite darse un baño relajante al aire libre mientras se disfruta con una inmejorable panorámica de la ciudad.

Pero todo no puede ser perfecto. Desde luego, el escueto desayuno no está a la altura de un cuatro estrellas con tan buena pinta como el Vapor Gran. El gimnasio es tan pequeño que parece insignificante. El agua caliente de la ducha es de las más frías que he probado en los últimos tiempos. Y dejar el coche en el aparcamiento del hotel embarcarse en una aventura por un laberinto de puertas y pasillos que requiere una gran dosis de paciencia y orientación.

En cualquier caso, hablamos de detalles, de pequeños aspectos mejorables para hacer honor a un hotel que como el destino, sorprende gratamente.

lunes, 15 de octubre de 2012

Parador de Santo Domingo de la Calzada

Viniendo del Parador de Tortosa, la entrada al Parador de Santo Domingo de la Calzada no produce tanto impacto, pues recupera gran parte de ese aire medieval, entre antiguo y viejo (en este caso, más antiguo que viejo), señorial y recargado de aquel.


Quizá en este caso, el aspecto del Parador está más cuidado, es más elegante que el de Tortosa; como si se tratara de un alojamiento de mayor nivel: muy bien iluminado, con tapices y mobiliario en buen estado, lámparas gigantes, detalles de clase.

La ubicación es inmejorable: en pleno Camino de Santiago, junto a la Catedral y al lado de una de las torres más altas y bellas que he podido ver (y a la que se accede previo pago, como en casi todo…). Muy atractivos son también los diferentes espacios para mantener una amena charla, para tomar un café o leer un libro en el patio central, sin lugar a dudas, el corazón del Parador de Sto Domingo.

Las habitaciones tienen ese aire medieval y señorial del conjunto. En particular, llama la atención la especie de dintel sobre las camas (un cortinaje para el que me falta vocabulario…) y un pequeño espacio que invita a la lectura o al reposo con dos pequeños sillones y una mesa baja sobre una acogedora alfombra.

Sin embargo, son bastantes los aspectos en los que podría mejorar: la cafetería no es muy atractiva: pequeña, poco usada, con escasa variedad. Las habitaciones son muy poco funcionales y muy orientadas a un turismo, probablemente, de paso. El desayuno tampoco dejará huella en la memoria.

jueves, 11 de octubre de 2012

Parador de Tortosa

Sin duda, si lo que buscas es un ambiente medieval, encontrarte con el estilo de siglos atrás, dejar volar la imaginación pensando cómo sería la vida de caballeros y doncellas, el sitio es el Parador de Tortosa. Un alojamiento que conserva aquel poso de tiempos pretéritos, aunque quizá con un aire que mira más hacia lo viejo que hacia lo antiguo (ejemplos los encontramos en unas alfombras algo sucias y raídas o en el tapizado desgastado de algunos sillones).

El Parador tiene muchos atractivos: el encontrarse en un antiguo castillo y zona amurallada, las espléndidas vistas sobre la ciudad y el río Ebro, una piscina muy interesante, zonas de espera tranquilas, una terraza que invita a tomar una copa o a cenar con velas, jardines cuidados…

Pero también una orientación que le convierte en un sitio no muy adecuado para un viaje de trabajo o eminentemente turístico. Por ejemplo, en las habitaciones falta una zona de trabajo adecuada. Otro pequeño ejemplo, es complicado encontrar enchufes para conectar un cargador (tuve que conectar el móvil en el baño por no llegar a los enchufes situados detrás del cabecero de la cama). Uno más: el confort de los baños es mejorable. Y un ejemplo final: la decoración es algo cargada y demasiado rústica y poco práctica.

Desde luego, es un alojamiento que no deja indiferente, pero que bien vale una visita en la vida.


martes, 9 de octubre de 2012

Hotel Altora

No era objeto de este blog recoger opiniones sobre hoteles en los que no me hubiera alojado, pero la visita al Hotel Altora (Tomelloso) ha modificado el criterio, pues en este caso hablaré de una visita en la que no conocí las habitaciones de dicho hotel, pero sí su salón de reuniones y su cafetería-restaurante.

¿Qué ha hecho modificar el criterio inicial? Fundamentalmente el buen gusto con el que ha sido decorado y amueblado el Hotel. El cuidado del detalle. La belleza del interiorismo. El aprovechamiento de los espacios de un lugar que apenas lleva abierto un año y que introduce modernidad en un entorno eminentemente rural.
Aquí os dejo un par de imágenes que pese a la precariedad de la cámara de mi Blackberry, dan buena cuenta de la personalidad del Hotel Altora. Muy recomendable.

PD: gracias por el delicioso bocadillo de solomillo con tomates cherry que hizo más llevadero el viaje de vuelta a Madrid.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Husa Alicante Golf & Spa

Que conste que yo, así, de antemano, no tengo muy buenos recuerdos de los hoteles de la cadena Husa; pero le quería dar una nueva oportunidad. Y la experiencia tuvo de todo.

Aspectos positivos como por ejemplo, la tranquilidad del hotel y su proximidad a la playa. Limpio, amplio, cuidado y también con abundantes detalles de calidad que seguramente, pretendan colocar al hotel en el terreno del prestigio. Quizá el que me resultó más llamativo es la amplia cubierta de madera de la entrada.

A destacar también las impresionantes vistas del campo de golf que ofrecen las habitaciones del hotel. Una auténtica delicia para la vista.

Sin embargo, es un hotel con un marcado carácter vacacional y muy orientado al usuario extranjero y al público familiar; algo que a mí no termina de agradarme.

Pero como en el resto de los hoteles que conozco de la cadena, lo que me resulta menos agradable es ese aire de decadencia, de estar en un hotel un poco “pasado” y rancio. Sin duda, esa música ambiental de los 70-80 no ayuda a sacarte tal sensación de la cabeza.

Tampoco el desayuno está a la altura de un cuatro estrellas que parece querer mirar al lugar reservado a la élite de la hostelería del país y mucho menos un gimnasio pequeño con escasos y anticuados aparatos.

En conclusión, sabores encontrados, una sensación agridulce, en línea con la idea que tenía de Husa antes de conocer el Alicante Golf & Spa.

viernes, 15 de junio de 2012

Silken Ciudad de Gijón

No había estado nunca en el Silken Ciudad de Gijón. En realidad, Gijón no es una de las ciudades que más frecuente.

He de confesar que el primer contacto con el hotel no pudo ser más negativo: situado enfrente de un paso elevado por el que circula abundante tráfico, situado bastante lejos (a pie) del centro de la ciudad, con amplias vistas a un gran aparcamiento… Y sobre todo, ese aire pretencioso de los hoteles que intentan tener un puntito de singularidad, de diseño innovador que acaba por irse de las manos.



Sin embargo, y aquí viene lo mejor, los servicios del hotel no solo son muy completos, sino que además, superaron mis expectativas (sobre todo las que me cree en un primer momento).

Tiene un restaurante que sin dejar de apostar por productos tradicionales (fabada, carrilleras…) le da un toque de modernidad muy interesante. Riquísimo el sándwich de chocolate y foie de aperitivo, y también la mousse de yogurt. También se agradece la variedad de panes del desayuno.

El gimnasio es muy completo y sobre todo, tiene una amplitud que hace acordarse de esos hoteles que por decir que tienen tal servicio, lo meten en espacios que recuerdan a zulos.

Y en la planta -3 ofrece una pequeña piscina y una zona de spa de las más cuidadas que he visto. Un servicio muy recomendable y gratuito.

Por último, tienen un personal muy amable, pero sobre todo, que se esfuerza porque la estancia en el hotel sea lo más agradable posible. Ese tipo de personal con el que todo es más fácil y agradable.

NH Master

Cuando a uno le hablan de “hoteles funcionales” uno se espera algo así como el Hotel Master de la cadena NH: sin lujo alguno, sin concesiones al diseño, con lo básico… aunque quizá, un pequeño esfuerzo en conservar algo del alma de la cadena no estaría de más.

Como el plan era pasar de manera fugaz por Barcelona, las reducidas dimensiones de la habitación individual no resultan incómodas, pero si viajas con una maleta grande o sufres claustrofobia, será mejor que busques otro hotel u optes por otro tipo de habitación.

La habitación tampoco destaca por la insonorización: comprobación echa con unos ruidosos alemanes (¿o quizá eran italianos?) que decidieron llegar al hotel a las cuatro y media de la madrugada con un júbilo inusitado.

Por otro lado, no pensaba que todavía quedaran hoteles (por lo menos hoteles de una cadena como NH o de esta categoría: 3 estrellas) con un acceso no adaptado a personas con discapacidad. Una decena de escalones separan la recepción de la acera, lo que se “agradece” cuando llevas, como fue el caso, una maleta cargadita.

A destacar, la ubicación. A medio camino entre la estación de Sants y el centro de la ciudad.

Silken Reino de Aragón

No era la primera visita al Silken Reino de Aragón y bueno..., las sensaciones de otras veces se confirmaron.

Sin lugar a dudas, lo mejor es que está pegado a una de las zonas con más vida de Zaragoza. Ideal para tapear, tomar unos vinos, una copa, escuchar música, visitar el Pilar o la Seo. Yo creo que es el motivo por el que sigo repitiendo. Aunque con sinceridad, su hermano, justo al lado (Silken Zentro), tiene mucha mejor pinta.

¿Lo demás? Pues tirando a ranciete: habitaciones bien equipadas pero actualizables, un sala para desayunos pobretona (con poca luz, pequeña…), un gimnasio que necesita ser puesto al día, un hall frío y poco atractivo, pasillos anodinos… Queda claro que no es mi hotel, pero insisto, la ubicación me hace volver a caer.

viernes, 25 de mayo de 2012

AC General Álava

Nueva visita a Vitoria. Si no la conoces, no puedes dejar de hacer dos cosas: probar los pintxos de los cientos de bares de la ciudad y dar un paseo por la parte vieja por la noche. Una maravilla de ciudad.

El AC General Álava está en la línea de muchos de los otros hoteles de la cadena, pero merece la pena llamar la atención sobre tres detalles de esta visita. Por un lado, una mala experiencia con el aparcamiento del hotel: con pocas plazas, con plazas muy pequeñas y con un control de acceso defectuoso que hizo que el último día nos "levantaran" la plaza y tuviéramos que aparcar en la calle. Algo que mejorar, sin lugar a dudas.


Del lado positivo, uno de los gimnasios más amplio, completo y cuidado de los AC que he visitado. Muy buena impresión.

Las duchas de las habitaciones son también muy agradables: amplias, con "teléfonos" con diversas posibilidades de ducha (lluvia, masaje...).

Y un agradable hall multifuncional que integra un espacio para el reposo y el ocio, una zona de trabajo y una zona para reponer fuerzas (desayuno, comida...). Todo con el característico estilo AC: moderno, luz tenue, limpio...

Una buena opción para visitar Vitoria, pues además, el hotel se encuentra bastante cerca del corazón de la ciudad.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Hotel AC Som

El azar ha determinado que el honor de inaugurar este blog viajero recaiga en el hotel AC Som de Hospitalet de Llobregat (BCN) un alojamiento en el que ya había estado un par de veces antes de comenzar con este blog y del que tenía un buen recuerdo.

Al pertenecer a una de las cadenas de hoteles más importantes de España (ahora más internacional que nunca), comparte con sus hermanos de otras ciudades gran parte de sus principales rasgos estéticos. Pero como no se trata de centrarnos en lo obvio, sino en aspectos más laterales, comentaré dos cuestiones que me llaman la atención de este hotel.

En primer lugar, la original entrada, simulando una pasarela de madera sobre una especie de río o de jardín de piedras de diversos colores, tamaños y formas que confiere al edificio un aspecto natural muy interesante.

El otro aspecto atractivo es el hall, pequeño y acogedor, que hace de corazón del hotel. Un espacio que es el principal lugar de encuentro, que sirve para ver la televisión, tomar una copa, leer la prensa o incluso picar algo. Tranquilo y con una iluminación tenue que invita a relajarse.

Muy en la línea de la cadena AC, se trata de un hotel muy funcional, completo y bien equipado, con habitaciones amplias y una estética cuidada, aunque indiferenciada de sus hermanos, lo que por los pasillos o en las invitaciones no ayuda a saber dónde te encuentras.


miércoles, 25 de enero de 2012

Comencemos

En los últimos años viajo más de lo que habría pensado y como el género "Diarios de viaje" me ha gustado desde siempre, he decidido poner en marcha un blog que nace con la intención de recoger las cosas que me pasan por la cabeza cuando salgo temporalmente de casa.

En principio, la idea será recoger mis impresiones sobre los alojamientos que visito; pero quién sabe en qué acabará el viaje. Lo iremos viendo.