domingo, 28 de junio de 2015

Hotel Zenit Sevilla

Si digo que el mejor recuerdo del Hotel Zenit Sevilla es que me sirvió para descubrir que el barrio de Triana es mucho más que la Calle Betis creo que te puedes hacer una idea del tipo de alojamiento en el que estuve, uno de esos sitios que no te dicen nada, que no producen ni frío ni calor, que ni recordarás, ni recordarás salvo porque tiene un acceso muy singular, a través de una especie de pasaje que da a una plaza o patio interior con una fuente en el centro.

El sitio es una mezcla de hotel de convenciones baratillas, de alojamiento para turistas, de profesionales de paso y sin pretensiones... En fin, todo tan "normal" que te deja un poco seco.

El hall tira a ranciete y anticipa lo que te encontrarás tras subir a la zona de habitaciones... Cuando sales del ascensor no sabes si estás en un anticuario o es que el hotel se ha quedado desfasado.


Pero la sorpresa estaba en la habitación (como casi siempre, doble de uso individual). Pues bien, mi habitación tenía un total de !5 camas¡ Era una especie de albergue decorado por un especialista en antigüedades de palo. Desde luego, por espacio no me pude quejar...


Conclusión: uno de esos hoteles que te invita a hacer vida de calle. Y eso es lo que le tengo que agradecer al Zenit Sevilla: el buen rato de running al pie del Guadalquivir, el descubrimiento de un barrio muy bello, el disfrute en los locales próximos al hotel (me llamó la atención que siendo un barrio tan vinculado a la tradición local, tenga tanta oferta de locales con un planteamiento moderno).

lunes, 22 de junio de 2015

Gran Hotel Verdi

No se, quizá pequé de ingenuo, pero uno reserva en un lugar que se denomina "Gran Hotel" y espera algo, no se, medio majestuoso: "Gran Hotel". No hablamos de "Hotel", sino de "Gran"; y bueno, lo que se encuentra es algo similar a "Hotel"; así, sin mucho más, en plan tres estrellas un tanto pasadete (yo pensé que ya no quedaba ningún alojamiento que mantuviera un sistema de apertura de las habitaciones consistente en algo tan predigital como... una llave!!), sin nada memorable excepto que se encuentra en la parte nueva de Sabadell.



Por si no fuera suficiente, y pese a tratarse de un hotel de unas dimensiones considerables, y de haberlo visitado entre semana en temporada baja, no me dieron habitación hasta pasadas las 16 horas, lo que me hizo pensar que Sabadell debe ser un destino turístico de primer orden...

Como ya he dicho, el hotel no tiene nada digno de mención, ni nada que lo haga recomendable, ni nada memorable. Es un hotel para salir del paso o ideal si el objetivo de la visita a Sabadell es ir de compras a El Corte Inglés.



No quiero olvidarme de la media hora que me hicieron esperar para servirme un café, como tampoco de un desayuno muy interesante: con bastante variedad, en un espacio cuidado y tranquilo.

Creo que era la segunda vez que visitaba Sabadell y regresé a Madrid con un convencimiento: seguramente haya alojamientos más interesantes que el Gran Hotel Verdi.